1 de junio . Sábado de la VIII semana del tiempo ordinario
Toda experiencia religiosa tiene mucho de fronteriza entre lo humano y lo divino. Se trata de transitar por sendas que nunca las tenemos clars y especialmente si se dan en un contexto de secularización. Así poco a poco nos vamos quedando sin palabras para hablar del cielo.
La pregunta de Jesús nos anima a buscar una fe auténtica, arraigada en Dios divina, más allá del contexto social, cultural y político. Es un recordatorio de que la verdadera autoridad no se basa en títulos o posiciones, sino en la experiencia auténtica de Dios.
Tenemos el reto de hacer las cosas según el cielo para la humanidad. Hay quien dice que cuanto más humanos seamos seremos más divinos, y al revés, cuanto más divinos más humanos. Feliz sábado.