2 de marzo, Sábado II de Cuaresma
Hay celebraciones y celebraciones, hay algunas que llevan al desastre y en cambio hay otras que generan vida. Hay tipos de fiesta en las que las personas se consumen a sí mismas y sus recursos, y en cambio con otras se genera vida en el entorno.
El hijo pródigo vive dos fiestas, una la de la autodestrucción y otra la de la acogida y el perdón. Entre tanto el hermano mayor no se entera de nada a la par que no celebra nada. Es el Padre el que le hace ver que la vida necesita ser celebrada.
Celebremos la vida con sus luces y con sus sombras. Celbrar significa reforzar el vínculo y unirnos más, de este modo nos hacemos más fuerte en el sentirnos unidos los unos con los otros y damos a ocasión y palabra a la alegría que hay en la vida. Feliz sábado.
Nos hs gustado mucho.
Nos vamos de fiesta de la que genera vida y no consune recursos ni a nosotros mismos.
Eskerrik asko