8 de febrero. Miércoles de la V semana del tiempo ordinario
Cuando en la conversación pública se oye ruido, griterío, barullo y polarización se deja poco sitio para la escucha y el entendimiento. Si a eso añadimos el efecto burbuja de redes sociales, es decir que a uno sólo lo presentan lo que es de su agrado, la posibilidad de entendimiento se complica aun más.
Jesús trata de profundizar en el sentido de las reglas de pureza que había en su tiempo. Así trata de explicar que lo puro y lo impuro no es el objeto, sino el corazón del ser humano. Esta propuesta generaba dificultades en su contexto.
En medio del ruido en el que vivimos podíamos tener un rato de atención. Un tiempo para poder escuchar y tratar de entender a quien tengamos cerca, especialmente si no es de nuestra cuerda. Se trata de hacer ese ejercicio en el que nuestro corazón se ensancha mediante la escucha. Feliz miércoles.