15 de enero, Domingo de la II semana del tiempo ordinario
El problema de la identidad puede suponer la búsqueda de una identidad personal, la búsqueda de un sentido de pertenencia a un grupo o cultura, o la lucha por la aceptación de una identidad diferente a la tradicional.
El Evangelio trata constantemente de decirnos quién es Jesús. Para ello utiliza la imagen del Cordero que es que es una imagen para explicar su sacrificio y el el concepto bíblico de la reconciliación entre Dios y el hombre.
Nosotros estamos constantemente ajustando nuestra identidad, tanto en lo personal como en lo colectivo y desde luego como cristianos. Se trata de reconocernos en camino y en un camino que nos transforma y nos renueva. El reto consiste en ser conscientes de nuestra identidad y no estar desajustados por estar perdidos ahora o estar perdidos en lo que fuimos. Feliz domingo.