29 de febrero, Jueves II de Cuaresma
En un mundo en el que cada vez hay más distancia entre ricos y pobres podemos preguntarnos por el papel de la fe al respecto. Si se trata de una fe que fomenta el sistema que genera injusticia, o si se trata de una fe que se pone de parte de los «injusticiados».
La historia de Lázaro y el hombre rico no solo habla de la justicia en el más allá, sino que también nos llama a ser conscientes de las necesidades de los demás en el aquí y ahora. Nos recuerda la importancia de la compasión, la generosidad y el cuidado hacia aquellos que son menos afortunados. En el rechazo del hombre rico a reconocer a Lázaro, vemos la advertencia que nuestra ceguera espiritual y la indiferencia hacia el sufrimiento de los demás puede suponer.
No viene mal de vez en cuando revisar el test de fe y justicia en nuestra vida. Se trata de preguntarnos si nuestro modo de vida y nuestras creencias nos llevan a acrecentar la diferencia o acortar la diferencia que se convierte en abismo. Feliz jueves.