29 de enero, Domingo de la III semana del tiempo ordinario
Todo lo que nos entra a los ojos por las pantallas son invitaciones a la felicidad. Los distintos mercaderes del templo del mundo nos ofrecen productos, servicios, estilos de vida que si los compramos nos darán felicidad. Así entramos en un círculo de mayor consumo que nos genera más infelicidad que felicidad.
Las bienaventuranzas de Mateo son una invitación a todos nosotros a vivir de acuerdo con los principios de Dios, para que nosotros también podamos experimentar las bendiciones de la vida. Una vida que es contradictoria, pero es la vida en clave de Reino.
Probablemente en neustra memoria encontramos momentos de felicidad. En ellos, acsi seguro, encontramos que eran momentos compartidos con otras personas, pareja, familia, amigos,… Hoy puede ser un momento para agradecerlos y tratar de acercarnos a otros que lo están pasando mal. Feliz domingo.