6 de enero, Viernes. Epifanía del Señor
La estrella, la luz de Cristo ya iluminaba la inteligencia y el corazón de los Reyes Magos. «Se pusieron en camino» cuenta el evangelista, lanzándose con coraje por caminos desconocidos y emprendiendo un largo viaje nada fácil. No dudaron en dejar todo para seguir la estrella que habían visto salir en el Oriente . Los Reyes Magos llegaron a Belén y «al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría«. Los Reyes Magos encontraron a Jesús en «Bêt-lehem«, que significa «casa del pan«. «Y postrándose le adoraron«.
¡Sed adoradores del único y verdadero Dios, reconociéndole el primer puesto en vuestra existencia! La idolatría es una tentación constante del hombre. Desgraciadamente hay gente que busca la solución de los problemas en prácticas religiosas incompatibles con la fe cristiana. Es fuerte el impulso de creer en los falsos mitos del éxito y del poder; es peligroso abrazar conceptos evanescentes de lo sagrado que presentan a Dios bajo la forma de energía cósmica, o de otras maneras no concordes con la doctrina católica.
«Se retiraron a su país por otro camino«. Ese cambio de ruta puede simbolizar la conversión a la que están llamados los que encuentran a Jesús para convertirse en los verdaderos discípulos. Así encontramos el camino de los Reyes como un camino de conversión. Feliz día de reyes convertidos al amor.
(este es un texto adaptado de la carta de Benedicto XVI en las jornadas mundiales que fueron en Colonia. Sirva de homenaje para su pontificado)