9 de diciembre Lunes II semana de Adviento.
Curiosamente, en la época de la humanidad donde el cambio es más acelerado, las rutinas esclerotizan nuestra mirada. Mirar la realidad se convierte en un ejercicio de ver sobre lo ya visto donde no aparece ninguna novedad y todo se vuelve recurrente.
La gente se asombra ante la intervención de Jesús. Sus gestos, sus palabras, sus acciones y diálogos le convierten en algo muy nuevo en la vida de muchas personas. Así es el Evangelio, algo que nos cambia por dentro y revoluciona nuestras vidas para ponernos a caminar.
Podríamos recordar nuestra etapa de infancia, en la que éramos capaces de sorprendernos por las cosas nuevas. Esas que aparecían en nuestra vida y que en vez de miedo nos daban ilusión y asombro. Feliz lunes.