Lecturas 2 de agosto. Lunes XVIII semana tiempo ordinario. Pedro Fabro
La conversación en redes, en política y en demasiados ámbitos está llena de maldiciones. Todo el mundo critica a todo el mundo en una espiral autodestructiva con poco atisbo de aportación y construcción. Esto nos paraliza, nos bloquea y nos impide avanzar en la vida tanto personal como colectivamente.
El Evangelio hoy nos presenta el milagro de los panes y de los paces, que se da porque Jesús siente lástima de la gente, y el milagro comienza con la mirada al cielo y la bendición. Dios quiere lo mejor para nosotros y Jesús lo sabe y lo predica.
El verano es tiempo de desintoxicación y hoy puede ser un buen día para ello. Podemos dejar de ser tóxicos en nuestras críticas y comenzar a bendecir, es decir a hablar bien de la gente. Necesitamos palabras de ánimo, de reconocimiento, de cariño y de ternura. Benditos todos. Feliz lunes.