La fe que abre los ojos

30 de mayo. Jueves de la VIII semana del tiempo ordinario

A veces en la vida estamos en situaciones de oscuridad. Estamos bloqueados en un mismo lugar sin poder avanzar. Es entonces cuando necesitamos que una luz nos ilumine y permita a nuestros ojos mirar un poco más para seguir avanzando en la vida.

En este relato, encontramos a Bartimeo, un mendigo ciego que se encuentra al borde del camino en Jericó. Su vida está marcada por la oscuridad y la necesidad, pero su corazón alberga una esperanza profunda que se verá colmada en Jesús.

La fe es muchas veces esa luz que nos ha ayudado. Nos ha sacado de nuestras oscuridades y ha iluminado realidades complicadas de nuestra vida. Hoy podríamos dar gracias por esa luz que es la fe en nuestra biografía. Feliz jueves.

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