28 de julio, lunes XVII del tiempo ordinario.
Vivimos rodeados de grandes logros, cifras deslumbrantes e impactos inmediatos. Pero lo que transforma de verdad suele comenzar con gestos discretos, decisiones calladas o silencios fértiles. Como una chispa encendida en lo hondo, que va creciendo sin hacer ruido.
El texto nos habla del poder de lo pequeño: una semilla, un poco de levadura. Lo invisible tiene una fuerza insospechada cuando está lleno de sentido. El cambio profundo se gesta dentro, y crece hasta convertirse en refugio o alimento para otros.
Tratemos de confiar en lo que aún no se ve, cuidar lo pequeño con esperanza y paciencia. Porque quizá en nuestras manos está fermentando algo que dará cobijo, alimento y sentido a muchas vidas. Feliz lunes.
