12 de mayo. Domingo. La ascensión.
Hay veces que nos podemos sentir paralizados, como sin horizonte de misión, pero con muchas cosas (a veces inútiles) que hacer. En la superficialidad que nos han instalado se nos pasa que todos tenemos una vocación y una misión que llevar a cabo en nuestras vidas, que sería eso que algunos llaman como propósito.
Jesús envía a sus discípulos, y por extensión a todos los cristianos, a llevar el mensaje de salvación a todos los rincones del mundo. Esta tarea no está exenta de desafíos, pero la promesa de Dios nos anima a los creyentes a profundizar en esta misión.
Hoy podríamos dar gracias porque Dios nos ha metido en el lío de la vida. Ese lío que consiste en aprticipar en su causa, en su misión de ser buena noticia para la gente y para toda la creación. Hoy podemos dar gracias porque somos y queremos ser buena noticia con muchas otras personas. Feliz domingo.