16 de julio. Sábado XV tiempo ordinario. Virgen del Carmen.
Siempre estamos esperando signos espectaculares. Creemos que los grandes cambios vendrán a lo grande, con fuerza como si fueran un prodigio. La cosa es que vamos viendo que los grandes cambios empiezan por los pequeños en cada uno de nosotros.
El Evangelio de hoy cita a Isaías que presenta al siervo de Yahvé. Ese siervo que en su proceso de ser insignificante y rechazable, se convertirá en el auténtico prodigio de Dios. Se trata del Dios que se hace hombre gracias a la pequeña gran colaboración de María.
Hoy podemos reconocer nuestras luces y también fragilidades que nos convierten en mecha vacilante. Se trata de caer en la cuenta que nuestra vida ilumina desde sus pequeñeces, pero es en ella donde actúa Dios. Se trata de que a modo de María, dejemos actuar a Dios en nuestra vida. Feliz sábado y felicidades a las Cármenes y demás variaciones del nombre.
Buen empiece de día. Recordándonos a María y su generoso Si. Me uno a las felicitaciones de Las Cármenes, Karmelos…