Lecturas 4 de noviembre. Jueves. Semana XXXI tiempo ordinario
El Padre Nicolás nos decía que vivíamos distraídos. Cuando la distracción se intensifica y se alarga en el tiempo, resulta que de repente nos encontramos perdidos en medio de algo que no sabemos muy bien qué es. A ello se añade que no nos pasa a nosotros sólo, sino que es algo colectivo, por lo que podríamos hablar de rebaño perdido en lugar de oveja perdida.
Jesús nos cambia la mirada, y ante aquellos que se escandalizaban por la relación de Jesús con los pecadores, Jesús reacciona comiendo con ellos. Se trata de subvertir la experiencia religiosa desde la realidad de la gente en vez de la realidad normativa.
Si miramos en nuestras biografías podemos encontrar momentos de extravío. Hoy sería un momento para agradecer el que nos hayan encontrado, el que nos hayan vuelto a situar en la vida y sobre todo agradecer a todos quienes nos han ayudado en eso. Ya lo dice el Evangelio, habrá alegría en el cielo. Feliz jueves.