30 de enero, Lunes de la III semana del tiempo ordinario
Hay situaciones en las que algunas personas se convierten en molestas. Son molestas cuando denuncian situacioenes de injusticia, y por tanto de privilegio de algunos. Estas personas son molestan cuando son capaces de proponer un escenario distinto y cambian nuestro modo de vida.
El Evangelio es propuesta de transformación. Se convierte en molesto porque es mejor tener a una persona sufriendo en vez de perder negocio. Se convierte en molesto porque habla de un modo distinto del Dios al que nos habíamos acostumbrado.
Hoy puede ser un día para molestar por el Reino, pero tal vez sería bueno emepzar a molestarnos nosotros mismos. Los caminos de conversión requieren algunas cosas que nos molesten en nuestro propio modo de vida, desde ahí podemos empezar a molestar a otros. Feliz lunes.