5 de diciembre, Martes I Adviento
Parece que la oscuridad del invierno se ha extendido a la oscuridad de nuestros tiempos. Nuestras conversaciones públicas parecen apocalípticas hablando de guerras, crisis climática, infelicidad,… Parece que ahí debajo se nos ha escondido la alegría.
La alegría que viene del Espíritu ayuda a que Jesús haga una oración de agradecimiento al Padre. Lo de Dios tiene que ver con una alegría que se vive en lo profundo de la vida del cristiano y esa alegría se convierte en motor vital.
Hoy podemos ser profetas de la alegría ante tanto chamán de lo oscuro. Necesitamos de esa luz que cada uno tenemos para vivirnos agradecidos y poder compartirlo con las personas que tenemos a nuestro lado. feliz martes.