17 de noviembre, Jueves de la semana XXXIII del tiempo ordinario
En tiempos guerra añoramos la paz, pero a veces olvidamos todo lo que no se ha hecho para construir lo que conduce a la paz. La paz se constuye cada día, en la convivencia, en las palabras, en los gestos en la acogida al y a lo diferente, en el modo de arreglar conflictos. La paz no viene sola, sino que conducimos nuestros pasos hacia ella.
En esta semana el Evangelio nos va mostrando un luego cada vez más apocalíptico. Es un lenguaje que nos ayuda a pensar el presente y nos ayuda a considerar las consecuencias de aquello que vivimos para el futuro.
Hoy podríamos pensar nuestro modo de vivir en qué medida contribuye a la paz. Obviamente no somos líderes ni agentes de geo estrategia; pero si somos consumidores de energía y otros recursos, somo parte de una opinión pública más o menos orientada, somos parate de una sociedad cada vez más plural, somos credores de soluciones y somos creadores de palabra. Feliz jueves.