7 de agosto. Miércoles de la XVIII semana del tiempo ordinario
Nuestro modo de vivir genera muchas migajas que se concretan, por ejemplo en el desperdicio alimentario o en las políticas insostenibles de residuos. Este modo de vivir nos oculta lo pequeño, lo que aparentemente no sirve; pero en cambio puede salvar muchas vidas.
La mujer cananea reconoce que no merece los «panes» de la salvación, pero está dispuesta a aceptar las «migajas» de su compasión. Jesús se impresina con la fe que la mujer muestra y que hace posible que la realidad se transforme.
El reto de hoy podría ser estar atentos a lo pequeño que ocurre en nuestro entorno. Eso que nos pasa cada día, pero que se hace invisible desde nuestro respectivo pedestal. Es un ejercicio de atención por el cual ver más allá de neustra burbuja diaria. Feliz miércoles.