8 de julio, martes de la XIV semana del tiempo ordinario
En estos tiempos vemos muchedumbres para todo, desde conciertos a concentraciones de turistas vagando. Estas muchedumbres a veces nos hablan de nuestro modo de vida, extenuante y a la vez que deja sola a la gente.
Jesús siente compasión, se compadece de las muchedumbres abandonadas y extenuadas. Tiene una propuesta que expulsa a los demonios mudos, como anticipo de echar a los colosales demonios que atormentan a las muchedumbres.
La idea de hoy podría ser dejar de ser muchedumbre. Tratar de hacer que nuestras vidas tengan ese punto donde el rostro, el nombre, la personalización nos ayuden a no tener que vivirnos como masa, sino como personas. Feliz martes.
