Lecturas 9 de mayo, 5º Domingo de Pascua
Muchos convendrán en que vivimos en tiempos agitados, no sólo por los acontecimientos, sino por el modo en que los vivimos. En esta cultura de la prisa, de la polarización, de la info-toxicación y del miedo se nos impulsa a vivir en situaciones un tanto neuróticas y prolongadas.
Jesús nos invita a que no perdamos la calma, pero no es una invitación a tomar analgésicos para la vida, sino que es un invitación a vivir de otra manera. Esta pandemia nos está descubriendo algunas cosas que debieran obligarnos a replantearnos nuestros modos de vivir de una manera nueva.
Esa novedad, en perspectiva creyente, la encontramos de nuevo en Jesús que se nos presenta como camino, verdad y vida. Nos recuerda la importancia de un sentido que encamine nuestros pasos en la vida, nos recuerda la importancia de la verdad en tiempos de la pos-verdad y ante tanta muerte nos recuerda la importancia de la vida. Así dicho parece fácil, pero cuánto nos cuesta.