Lecturas 28 de septiembre. Martes XXVI semana tiempo ordinario
En la velocidad a la que vivimos siempre queremos adelantar al Espíritu, y queremos ir tan adelante que no sabemos por dónde nos da el aire. Sabemos que tenemos que correr, hacer cosas, tener reuniones, hablar, enviar mensajes,… pero ¿con qué propósito, con qué espíritu?
Jesús una vez más corrige a sus discípulas. Ellos tiran por el «sentido común», mientras que Jesús les recuerda que su misión está movida por el Espíritu de Dios. Un Espíritu que apunta a Jerusalén como lugar de la manifestación del amor de Dios teniendo la cruz como primer hito que pasar.
Saber por dónde nos da el aire (dónde nos inspiramos) es un reto cada día. Podemos parar, respirar y dejar que el Espíritu al que nos empeñamos adelantar nos alcance para vivir en el espíritu común con Jesús. Feliz martes.