14 de octubre, Viernes XXVIII del tiempo ordinario
El miedo es un sentimiento que nos ayuda a sobrevivir, pero igual nos estorba un poquito en eso de vivir. Si sólo escucháramos al sentimiento, no haríamos la mitad de las cosas que hacemos y viviríamos o sobreviviríamos a la defensiva. Vivir es ir más allá de uno mismo.
Jesús trata de quitar miedo al discípulo. Seguir el Evangelio es algo nuevo y tal vez desconocido que supone una dinámica distinta. Eso genera miedo y requiere confianza. Jesús nos invita a que nos fiemos del padre y así superemos nuestras resistencias en forma de miedo.
Hoy podríamos poner encima de la mesa nuestros miedos. Algunos pueden ser muy razonables y compartidos con mucha gente y otros llevan marca propia. No se trata de hacer terapia para quitarlos, sino que se trata de aprender a fiarnos del Padre para vivir en más plenitud. Feliz viernes.