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Lecturas 16 de septiembre. Jueves XXIV semana tiempo ordinario

Por desgracia el amor no cotiza en bolsa. Estamos en tiempos en que la electricidad suben, suben los beneficios de algunas empresas y los fondos de inversión toman posiciones; pero ¿Qué hacemos con el amor?

En el Evangelio se nos muestra que el amor se manifiesta, se manifiesta a través de la mujer que se acerca a Jesús. El amor se manifiesta a través de la reconciliación que viene por Jesús, el amor se manifiesta vinculada a la fe.

Había una canción que decía «love is the air», es algo que está ahí en nuestra vida pero que ni lo vemos ni lo tocamos. Parafraseando la oración atribuida a Arrupe, el amor es lo que nos hace levantarnos cada mañana y es lo que en general mueve nuestras vidas porque tenemos mucho amor. Feliz jueves.

Lecturas 15 de septiembre. Martes XXIV semana tiempo ordinario

Hay gente, como yo, que no bailamos ni en las bodas. Es un modo de automutilarnos una de las grandes expresiones que tiene el ser humano en el que la danza expresa el sentimiento compartido y le da forma de movimiento humano a algo que se siente dentro.

Jesús muestra las automutilaciones que hacemos en el sapecto religiosos. Por un mal entendido sentido de decoro y normatvividad religiosa, nos impermeabilizamos ante la realidad interior y exterior. No escuchamos nuestro corazón, no escuchamos a nuestro alrededor, y sobre todo somos incapaces de celebrarlo con los otros.

La invitación de hoy es a dar ese paso de baile que nunca damos, ese paso que lo podemos dar en el espejo sin que nadie nos vea, pero que nos recuerde que podemos danzar en la vida. Se trata de celebrarla, se trata de activarla y se trata de que nos salga esa sonrisa que a veces escondemos. Feliz miércoles.

Lecturas 14 de septiembre. Martes XXIV semana tiempo ordinario
Exaltación de la Santa Cruz

¿Cuánto amamos a los que amamos? ¿Cuáles son los límites que ponemos a la hora de amar? Cuantificar el amor se nos hace difícil y ciertamente en este mundo del Big Data podría ser un reto que sospecho que aún no se ha logrado.

El Evangelio nos dice lo que Dios amó al mundo hasta dar a su propio Hijo. Dios deja de ser Dios para amarnos hasta el último límite que se representa en la cruda realidad de la cruz.

Hoy podemos revisar las distintas cruces que vivimos o hemos vivido por amor. La vida nos pone en situaciones diversas, pero la realidad del mundo también nos las recuerda. En ellas encontramos testigos de ese amor que como una llama pequeña y resistente sigue iluminando nuestras oscuridades. Feliz martes.

Lecturas 13 de septiembre. Lunes XXIV semana tiempo ordinario

¿A quién solemos admirar? ¿Deportistas, influencers, famoseo,….? Lo que me voy encontrando es que al final admiramos esos héroes anónimos que están cerca de nosotros y que nos producen admiración por el modo en que son, viven y hacen las cosas.

Jesús se admira de la confianza del centurión. Es un modo de decir que los creyentes no están necesariamente donde los esperamos, sino que hay mucho creyente más allá de las sinagogas y de los templos, más allá de las fronteras, más allá de la propia religión.

Aprender a mirar con los ojos del corazón es un modo de tratar de mirar sin prejuicios del entorno. Mirar y admirar la bondad humana puede ser un precioso ejercicio para el día de hoy, para que así añadamos un nombre más a esa lista de héroes anónimos de cada día. Feliz lunes.

Lecturas 12 de septiembre. Domingo XXIV semana tiempo ordinario

¿Por qué, por quién hacemos las cosas? Si estudio, ¿sólo estudio para mi futuro? si trabajo ¿sólo trabajo para mi y mi proyecto?,…. Hay dos grandes tendencias en la vida, una que es la que nos hace mirarnos a nosotros mismos y convertirnos en el centro y sentido de todo; y la otra la que nos saca de nosotros mismos y nos hace ir al encuentro de los otros.

Jesús con la pregunta por su identidad da razón de su ser, y el horizonte del mismo es el Reino de Dios (=Evangelio). No es la cruz, no son las consecuencias que trae, sino el sentido y el horizonte no es otro que la creación tenga vida plena y abundante.

A veces vivimos en automático y no sabemos el por qué de las cosas que hacemos. Hoy es un día para celebrar todo aquello que hago por ser buena noticia para los demás. También es ocasión para desear que cada vez más ámbitos de mi vida sean buena noticia. Feliz domingo.

Lecturas 11 de septiembre. Sábado XXIII semana tiempo ordinario

En cuestiones del corazón, a veces, solemos ir con el freno echado. Nuestras enormes capacidades de amar las solemos limitar normalmente por miedos que nos paralizan y bloquean. El resultado es que estas máquinas de amar no funcionan a pleno rendimiento.

Jesús nos hace mirar a lo que rebosa en nuestro corazón, y con ello a que seamos conscientes de los frutos que surgen de ahí. Aquel que le dice Señor y que sus frutos no tienen que ver con el Evangelio, es probable que se confunda en el algo.

Hoy puede ser un día para darle un poco más a la caldera del corazón. Activar con un poco más de fuerza nuestras capacidades de amar y mostrarlo en frutos. Es un día para re-cordar (pasar por el corazón) a aquellos que amamos y aquellos que deberíamos amar más. Feliz sábado.

Lecturas 10 de septiembre. Viernes XXIII semana tiempo ordinario

Todos sabemos lo que tiene que hacer el prójimo, no ocurre lo mismo con nosotros mismos. Si vamos a las redes y demás conversaciones públicas siempre hay ojos atentos a encontrar motas, fallos en el prójimo; a la vez que el proceso de autocrítica parece que disminuye.

Jesús es consciente del modo en que funcionamos, y eso de estar con chismes de otros, eso de criticar al diferente (normalmente marginado) es parte de nuestra vida social. Parece que dejarnos guiar en esta dinámica es análogo a que un ciego guíe a otro ciego.

Una sugerencia para hoy podría ser cerrar un ratito los ojos. Dejar de mirar al prójimo y mirarnos por dentro para encontrar nuestras vigas que relativicen las motas prójimas. Puede ser un día también para agradecer cómo nuestra gente nos quiere con nuestras vigas que a veces no vemos. Feliz viernes.

Lecturas 9 de septiembre. Jueves XXIII semana tiempo ordinario. Ntra. Sra. de Aránzazu . S. Pedro Claver.

Muchas dinámicas de nuestra sociedad no reflejan compasión. Tenemos lógicas económicas, políticas, geoestratégicas, personales carentes de todo atisbo de compasión, por lo que el resultado suele lo propio del dominio, general víctimas, opresión y exclusión.

El modelo de compasión que se nos propone en el Evangelio es el del Padre. Dios mismo nos crea, y Dios mismo se solidariza y se compromete con toda la humanidad incluso dejando de ser Dios para caminar con nosotros. Es algo tremendo.

La propuesta de hoy sería detectar en las lógicas en las que me veo envuelto y en las que no hay compasión. Se trata de ponerles nombre y tal vez asumir nuestras propias incoherencias, para tal vez ir introduciendo algunas lucecitas de compasión en nuestra vida. Un caso fue Pedro Claver que supo introducir la compasión en una sociedad esclavista. Feliz jueves.

Lecturas 8 de septiembre. Miércoles XXIII semana tiempo ordinario Natividad de la Santísima Virgen

Durante un tiempo en filosofía se repetía la sentencia de Grocio «etsi Deus non daretur» (qomo si Dios no existiera). En este tiempo esta sentencia que se utilizaba incluso para pacificar las guerras europeas, ahora es una realidad social entre nosotros.

Recordar hoy el nacimiento de Jesús significa recordar el mismo sentido de Dios en su nombre, Dios con nosotros. Y eso sólo puede ser gracias a la colaboración del ser humano, esta vez representado en una mujer como María. Dios se empeña en estar con nosotros.

Hoy nos toca aprender de María, a decir sí a las invitaciones de Dios para hacerse presente en medio de nosotros. Para decir sí a la solidaridad de Dios, para decir que sí a la esperanza de Dios en nosotros, para decir que sí en definitiva al amor. Será un sí, en un ambiente en secularización, pero hay síes que cambian la vida. Feliz miércoles.

Lecturas 7 de septiembre. Martes XXIII semana tiempo ordinario

En el ajetreo en el que nos estamos volviendo a meter se nos suele olvidar lo importante porque lo aparentemente urgente nos come. Se ha puesto de moda en algunos ámbitos lo «slow» (lento), y es un signo más de la conveniencia del dicho «vísteme despacio que tengo prisa».

Jesús en su ajetreo sube a la montaña a orar. Es lo previo a las grandes acciones de Jesús, como la de hoy que es elegir a sus discípulos. Es el momento de detenerse, de cocinar a fuego lento sus decisiones, el tiempo de estar a solas con el Padre, el tiempo del discernimiento, el tiempo del amor y el tiempo de misión.

Es probable que todavía estemos con energía posvacacional, pero si no somos capaces de una rutina sostenible en la que demos espacio a la oración y a lo importante, el curso nos va a comer una vez más. Ahora es el tiempo para el «tiempo», el paso del cronos (digamos que ese tiempo que se mide) al kairós (ese tiempo especial y creativo). Ojalá tengamos un martes inspirado. Feliz martes.