Lecturas 12 de mayo, Miércoles 5º Semana de Pascua
Si miramos el devenir de nuestras relaciones sociales podemos constatar un proceso de fragilización de las mismas. Hemos visto cómo las relaciones familiares, de pareja, de trabajo, de solidaridad se han vuelto frágiles frente a un incremento de la cultura de lo individual y del descarte.
Hoy Jesús nos invita a que permanezcamos en Él. Es un modo de recordar el modo en que están nuestras relaciones y ver hasta qué punto están fortalecidas o debilitadas. La crisis en que vivimos es un espejo estupendo en el que retratarnos como personas y como sociedad, y ahí la realidad, una vez más, nos ha examinado.
El sentido de la permanencia no es otro que el del amor. No se trata de permanecer por permanecer, sino se trata del eterno viaje de salir del propio querer e interés para encontrarnos con el Otro. Es en el Otro donde encontramos el sentido de nuestra vida, nuestra vocación, por ello, ahora es una buena ocasión para profundizar en nuestro permanecer, en nuestro ser y estar con otros en la vida.