3 de agosto . Sábado de la XVII semana del tiempo ordinario
La búsqueda de poder, la manipulación, la injusticia y la violencia son temas universales que siguen estando presentes en nuestro mundo. El resultado son las numerosísimas víctimas inocentes que generan en prceosos que hasta pueden parecer una frivolidad.
La muerte de Juan el Bautista, un hombre justo y valiente, es un trágico recordatorio de cómo el poder puede corromper y la injusticia puede triunfar. En frente encontramos a los discípulos de Juan, que entierran su cuerpo e informan a Jesús. Ellos nos recuerdan la importancia de la dignidad humana incluso en la muerte, y cómo la verdad de nuestras acciones siempre sale a la luz.
Hoy podríamos mirar a tantos lugares donde los pdoeres matan. Es una ocasión de aprender de los discípulos de Juan, para afirmar la dignidad de todos, pero sobre todo fomentar procesos de verdad que no deje que la impunidad se extienda. Feliz sábado.