25 de enero, Miércoles de la III semana del tiempo ordinario. Conversión de san Pablo
Cuando las noticias son tristes, cuando elambiente está alicaido, cuando la rutina nos invade en su negatividad, qué importante es ser y tener buenas noticias. Ante los cenizos necesitamos de personas capacecs de ver caminos hacia lo fértil de la vida.
Hoy miramos a la conversión de San Pablo, pero con su conversión podemos mirar a tantas personas que proclaman el Evangelio con su vida. Hoy me acuerdo de mi compañero jesuita Alvar, destinado a Nadoe, nombro a las hermanas de Caculta que están en Tánger con niños de la calle, a las vedrunas que acogen mujeres en situaciones muy complicadas o las de Jesús María que están con niñas que no pueden estar con sus familias. Son algunas personas que proclaman con su vida que hay buena noticia para aquellos que sólo necesitaban algo de espeanza. Feliz miércoles.