26 de octubre, Miércoles XXX del tiempo ordinario
La puerta nos permite o nos impide entrar a determinados sitios. Hay multitud puertas; las que discriminan, como serían todas aquellas que son VIP o similares o los de algunas fronteras, hay puertas que están abiertas a todos, hay puertas giratorias,… y hay puertas estrechas y puertas holgadas. ¿Cómo son las puertas que dan a nuestros sitios?
Jesús nos invita a entrar por la puerta estrecha, esto del Evangelio no es un palacio, sino un lugar humilde. Se trata de revertir el orden social de primeros y últimos; en este caso Jesús opta por aquellos que escojan la puerta pequeña que no es otra que la puerta del servicio.
¿A qué sitios quiero entrar? ¿Aquellos en los que me hacen la ola, me ponen alfombra,…? ¿Hasta qué punto quiero entrar a esa casa de Jesús por la puerta estrecha? Hoy se trata de ver mis deseos de entrar por la puerta del Evangelio o de seguir rondando por ahí, porque hay veces que por lo que sea no nos apetece. Feliz miércoles.
Con deseos de saber escoger la puerta estrecha!Gracias por recordarlo tan explícitamente!