Lecturas 16 de noviembre. Lunes XXXIII Tiempo ordinario.
Casi todo el mundo sabe qué es lo que tiene que hacer el otro, incluso sin preguntárselo. Todos tenemos nuestra faceta de político para arreglar cosas de nuestra sociedad, y muchos tenemos la vena de entrenador, de médico, de consejero financiero,…
Jesús, ante la situación aparentemente obvia del ciego, le pregunta ¿Qué quieres que haga por ti? La cuestión de la libertad es algo relevante. Dios propone, invita, pregunta,… pero no impone. Dios, necesita de nuestra colaboración, incluso para curar a un ciego.
Hoy podemos dejarnos preguntar por Jesús: ¿Qué quieres que haga por ti? ¿Necesitamos, deseamos algo de Él? En el modo en que nos respondamos esta pregunta nos puede servir de pista para ver cómo está nuestra relación con Dios. Por cierto, también hoy podemos preguntar a nuestro prójimo ¿Qué quieres que haga por ti?