25 de febrero. Viernes después de Ceniza
En tiempos en que encontramos en cada esquina llamadas a la conversión, la pregunta es a qué me tengo que convertir. Me invitan a convertir mis estilos de vida a estilos de vida con una dieta determinada, con un deporte determinado, con una transformación corporal,… Pero en el fondo seguimos con deseos de cambiar y mejorar nuestra vida.
El publicano cambia totalmente su vida. Lo importante no es que deja su empleo, sino lo importante es que la llamada de Jesús ha trasnformado el corazón de Levi. Le ha abierto lasd puertas a un nuevo camino en la vida para que tenga más vida.
Ahora que iniciamos el camino cuaresmal la pregunta es si me quiero convertir y es una autoconversión, o dejo que Jesús y los otros conviertan mi corazón. Feliz sábado.