24 de julio, Lunes XVI del tiempo ordinario
El excepticismo es parte de la historia humana y no sólo de nuestos tiempos. El asunto es si nuestros excepticismos nos impiden entrar a aspectos mucho más interesantes de la realidad que la mera superficialidad a la que parece que estamos culturalmente condenados.
Jesús muestra su hartazgo con quienes le piden milagritos. La cosa no va solo de signos, sino va de creer y acoger el Evangelio que sostiene los signos y milagros. A veces insensatamente nos quedamos mirando al dedo que señala la luna y noa a la luna misma.
Vivir la vida en profundidad es un reto contracultural que tenemos. Una vida que esté abierta a esa dimensión de fe y trasncendencia y que es parte de nuestor modo de sentir, de pensar y de vivir. Feliz lunes poselectoral.