6 de febrero. Domingo de la V semana del tiempo ordinario
La diferencia entre ser anónimos o reconocidos suele ser importante. Aunqyue a veces nos guste pasar desapercibidos, que otros nos reconozcan es fundamental para nuestro ser. En ese reconocimiento basamos nuestra identidad y muchas d elas coss que hacemos, porque somos seres sociales.
A Jesús le reconcoen y en seguida le ponen a trabajar con curaciones. Es el momento álgido de su predicación y de popularidad. El asunto es si le reconocen en su condición de Hijo de Dios o de milagrero.
Hoy podríamos hacer el ejercicio de reconocer a los que tenemos al lado. Quitar el velo de la cotidianidad y mirar un poco más a fondo de lo que hace. Seguro que nos encontramos con maravillosas sorpresas. Feliz lunes.