Lecturas 17 de agosto. Martes XX semana tiempo ordinario
Estos días estamos viendo imágenes espeluznantes en Afganistán. Miles de personas tratan de huir de sus casas, de sus pueblos con intentos imposibles de huida, como subir al exterior de un avión en marcha. Estas personas entienden perfectamente lo que significa salvarse.
Jesús sigue aleccionando a los discípulos a quien les dice que esto de salvarse es difícil para algunos como los ricos. Los discípulos, se quedan en lo superficial, mientras que Jesús, una vez más, apunta al Padre como fuente de salvación en lugar de quedarse en las circunstancias. Es el Padre el que nos salva y no nosotros mismos.
Cuando vivimos en un cierto nivel de confortabilidad nuestras ganas de salvación se aminoran porque ya vivimos relativamente bien. El problema es que hay vecinos que viven rematadamente mal y creemos que manteniendo aparte a los vecinos seguiremos bien. Es entonces cuando se nos olvida que esto de salvarse no es cosa de uno, sino de todos. Feliz martes.