Lecturas 17 de abril. Sábado III semana de Pascua
En conversaciones con jóvenes a veces sale la expresión «mi yo auténtico». Entiendo que hace referencia a cierta conciencia de no vivir en autenticidad la identidad que me atribuyo. Eso ocurre con muchos ámbitos de la vida, trabajo, relaciones, identidad personal,… Y ello nos remite como a ese posible gran teatro de las máscaras que puede ser la vida.
El evangelista nos presenta el miedo de los discípulos en la noche oscura. Viven una situación de dificultad donde ven algo que puede parecer Jesús. Al final Jesús se manifiesta como el auténtico Jesús y los miedos desaparecen.
Hoy vivimos en tiempos de sucedáneos donde lo auténtico escasea. La presencia de Jesús nos puede llevar a vivirnos con autenticidad nuestro ser cristianos, una autenticidad que también sea reconocida por la gente que nos rodea y vea en nosotros auténticos testigos de la alegría del Evangelio. Feliz Sábado.