7 de febrero. Martes de la V semana del tiempo ordinario
De lo afectivo a lo efectivo hay una distancia muy cercana. En aquello que ponemos el corazón es más fácil ponerse manos a la obra y actuar más coherentemente. En aquello que no tenemos el corazón tomamos otra distancia que a veces es deshumanizadora.
Los evangelios nos presentan a Jesús en distintos conflictos con las autoridades religiosas de us tiempo. La nueva interpretación que trae Jesús es una vuelta a las raíces y sobre todo al corazón, cosa que las institucionalizaciones religiosas se han quedado en la normativa.
En el ajetreo de cada día conviene saber dónde tenemos el corazón. Es como tener el radar de la vida en marcha y sobre todo para que el corazón no se apre allá donde no conviene y sea capaz de amar aquello que merezca la pena. Feliz martes.