Lecturas 29 de agosto. Domingo XXII semana tiempo ordinario
¿Dónde está el corazón de este mundo en el que vivimos? ¿Por quién late las grandes iniciativas que vemos en los medios de comunicación? Creo que no me confundo que todavía no está lo suficientemente cerca de tantas personas que sufren violencia e injusticia con el dolor que trae.
Los fariseos representan la apariencia de Dios pero no la realidad de Dios. Jesús se lo recuerda tratando de que cada uno se pregunte de dónde está su corazón. A su vez en vez de echar la culpa a lo de fuera Jesús nos invita a mirarnos bien por dentro, porque es ahí de donde surgen más cosas de las que nos esperamos.
A veces se habla del cristianismo como de la religión del amor y por ello podríamos decir que es una religión de afectos. Hoy domingo puede ser una ocasión para detenernos y descubrir dónde está nuestro corazón, dónde están nuestros afectos. Es un día para agradecer por aquellos a los que amamos y pedir por aquellos a los que deberíamos de amar más. Feliz domingo.