Lecturas 15 de septiembre. Martes XXIV semana tiempo ordinario
Hay gente, como yo, que no bailamos ni en las bodas. Es un modo de automutilarnos una de las grandes expresiones que tiene el ser humano en el que la danza expresa el sentimiento compartido y le da forma de movimiento humano a algo que se siente dentro.
Jesús muestra las automutilaciones que hacemos en el sapecto religiosos. Por un mal entendido sentido de decoro y normatvividad religiosa, nos impermeabilizamos ante la realidad interior y exterior. No escuchamos nuestro corazón, no escuchamos a nuestro alrededor, y sobre todo somos incapaces de celebrarlo con los otros.
La invitación de hoy es a dar ese paso de baile que nunca damos, ese paso que lo podemos dar en el espejo sin que nadie nos vea, pero que nos recuerde que podemos danzar en la vida. Se trata de celebrarla, se trata de activarla y se trata de que nos salga esa sonrisa que a veces escondemos. Feliz miércoles.