Lecturas 2 de marzo . Martes II de Cuaresma
En una cultura como la nuestra donde la individualidad, por no decir individualismo o egoísmo, están tan en boga, hablar de fraternidad, de familia, de comunidad suena a utópico, ñoño y en algún sitio se calificaría de comunismo. La fraternidad, es un valor que se proclama en la revolución francesa, pero que con el paso del tiempo se ha desgastado bastante.
Jesús habla de la fraternidad del Reino de Dios. Donde el mérito no es la dignidad, sino que es el servicio. El último será el primero y viceversa. Esta fraternidad nace de Dios Padre, en su sueño para la humanidad donde todos somos hijas e hijos, y por tanto llamados a esa fraternidad.
Vivir en clave de fraternidad es vivir en clave de colaboración y servicio. Es superar las dinámicas de los primeros y de competitividades destructivas como la carrera de las vacunas. Se trata de mirar por el bien de toda la familia humana. Feliz martes, hermana hermano.