16 de octubre, Lunes XXVIII, tiempo ordinario
Nuestro cada día está llenos de signos. Hay algunos que nos sirven para funcionar sin chocarnos y otros pueden tener un sentido más funcional. El asunto es que nuestra capacidad de interpretar signos o símbolos se está reduciendo lo cual es una perdida de riqueza para unir mundos.
Jesús acusa a sus coetáneos de no interpretar el mayor signo posible de Dios, que es Él mismo. No captan la profundidad del mensaje de la presencia de Jesús y hace que el evangelista critique a toda una generación por su cortedad.
La vida está llena de señales, algunos más explícitos, otros más literales, pero todos nos dan pistas para la vida para seguirlos o para evitarlos. La invitación es a estar con el sistema de atención activado, más allá dle modo automático para conducirnos apropiadamente por la vida. Feliz lunes.