11 de abril Martes de la Octava de Pascua
Cuando entramos en modo negativo la tendencia es a encerrrarnos en nosotros mismos. Disminuimos contactos con los demás y todo se nos hace más c uesta arriba. Parece que nososotros solos tenemos que cargar con la vida.
En el Evangelio vemos la progresión de María, al principio está sola y llorando. La siguiente escena es el encuentro con Jesús resucitado que la envía a sus hermanos. Jesús le saca del ensimismamiento llorón a la misión, a convertirse en agente activo del Reino.
Hoy podríamos ir a nuestros hermanos. Se trata de salir de nuestro cómodo rincón y salir al encuentro de la gente que tengamos más o menos cerca. Se trata de encontrarnos y dejar que obre la magia de la humanidad: juntos la vida se lleva mucho mejor. Feliz martes.