13 de febrero , Martes VI Semana Tiempo Ordinario
Pues resulta que no. No terminamos de entender tantas cosas de la vida que nuestra sensación de incertidumbre y perplejidad nos paralizan y nos hacen buscar seguridad en lugares que tal vez no lo sean tanto. Nuestro mundo se está complejificando de tal manera que nos sentimos abrumados y paralizados.
Los discípulos tampoco terminan de entender. Marcos suele destacar la torpeza de los discípulos que contrasta con los modos de Jesús. El hecho es que nosotros también podemos identificarnos como torpes seguidores de Jesús que no terminamos de entenderlo todo.
Afrontar el misterio de la vida a la vez que el misterio de Dios requiere una actitud apropiada. Se trata de ser suficientemente humildes para que la arrogancia no se nos eche encima y nos arruine. Ser humildes en reconocer la verdad que tenemos a nuestro alcance, verdad que puede darnos pistas en el camino de la vida. Feliz martes.