26 de septiembre. Jueves de la XXV semana del tiempo ordinario
A lo largo de la vida vemos infinidad de cosas que otros nos muestran y que no responden a algo que personalmente desearamos ver. En algún modo, la ingente intrusión de imágenes en nuestra imaginación a aletargado nuestro propio deseo y nuestra curiosidad.
Herodes tiene curiosidad, tal vez no sea evangélica, pero el evangelista muestra otras miradas hacia la dientidad de Jesús. De hecho, el nudo del Evangelio es mostrarnos a Jesús con su vida y con sus palabras.
Hoy podríamos examinar nuestros deseos y curiosidad por la realidad. ¿De qué tengo ganas de ver que surgen de mi propia curiosidad? Se trata de un ejercicio de libertad en el que podamos ver e imaginar una realidad distinta a la que se nos muestra por la sociedad. Feliz jueves.