El del automóvil es un sector estratégico en la economía de todos los países más desarrollados. 97 millones de vehículos son fabricados cada año en el mundo, cifra que ha crecido un 30% en la última década. El sector da empleo directo a 9 millones de personas, un 5% del empleo industrial, e indirectamente a unos 50 millones de personas. Tres fabricantes se encuentran entre las 15 marcas más valiosas del mundo, sólo superados por los grandes gigantes de la economía digital. En el País Vasco, concretamente representa el 25% de la economía y da empleo a 41.000 personas.

En definitiva, un sector de importancia estratégica en la economía, pero también, en la vida cotidiana de los ciudadanos. Cada verano se producen 90 millones de desplazamientos por carretera y dedicamos una media de 260 horas al año a desplazarnos en coche. Los vehículos son responsables del 16% de la producción de CO2 y los accidentes al volante se encuentran entre las diez principales causas de mortalidad.

La tecnología y, particularmente la digitalización, está impactando de manera decisiva en el sector de la automoción. Por un lado, la digitalización de las fábricas, lo que llamamos industria 4.0, llevará a la industria a un grado de eficiencia, de calidad y de personalización hasta ahora desconocidos.

Por otro lado, la electrificación y digitalización de los vehículos permitirá trasformar los modelos sociales y de negocio vinculados al automóvil. Las calles se irán llenando de coches conectados y autónomos de vehículos compartidos cambiando la experiencia de los usuarios en los vehículos, el concepto de propiedad de los mismos y haciendo desaparecer la contaminación y las muertes al volante.

Francisco Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp, una de las principales compañías españolas del sector del automóvil, participó el 17 de octubre DeustoForum  En su conferencia titulada “La tecnología como factor de competitividad” habló de las claves del sector de la automoción y su apuesta por la industria 4.0 como clave de competitividad, así como los escenarios disruptivos que se apuntan como consecuencia de la revolución digital en el sector de la automoción.

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