El pasado octubre Chile ardió por los cuatro costados. La subida de las tarifas del transporte fue el detonante de una revuelta social en contra del coste de vida, las bajas pensiones, los precios de la sanidad y un rechazo generalizado a la clase política. Fueron unos enfrentamientos que, con un seguimiento y violencia desconocidos desde la caída de la dictadura, tuvieron consecuencias dramáticas: 27 fallecidos, miles de civiles y carabineros hospitalizados, casi diez mil detenidos y gravísimas violaciones de los derechos humanos y unas pérdidas económicas de 3000 millones de dólares.
El descontento popular está muy extendido y, días después, se hizo notar también en Ecuador, Bolivia o Colombia. En respuesta a estas protestas, el gobierno chileno anunció una “Nueva Agenda Social” con medidas sobre las pensiones, la salud, los salarios. Todos los partidos políticos chilenos han suscrito el “Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución” para conducir un nuevo proceso constitucional.
Para ayudar a comprender la realidad de un conflicto que, en opinión de expertos, refleja la desigualdad y el sentimiento de una población que se siente al margen del desarrollo del país, Fuad Chahín, presidente del Partido Demócrata Cristiano y uno de los firmantes del acuerdo, ofreció en DeustoForum la conferencia titulada “Los días que cambiaron el futuro de Chile”.
Una cita que tuvo lugar en el Salón de Grados de la Universidad de Deusto y en la que se pretendió responder a la cuestión ¿Cómo garantizará la clase política la dignidad, justicia social y democracia de Chile en el futuro?