Vivir no es para cobardes
Por Asun Ibañez, Directora Académica del Título Propio de Especialización en Innovación y Emprendimiento.
La semana del 19 de febrero vino cargadita de regalos. He tenido la oportunidad de conocer y charlar en persona con Iñaki Gabilondo y Cristina Garmendia; escuchar la experiencia de Alberto Iñurrategi, visitar el Colegio Mayor Jaizkibel de la mano de Iranzu Sainz de Murieta, reencontrarme con Marisa Arriola (directora de Bic Gipuzkoa Berrilan) a la que hacía demasiado tiempo que no veía y, visionar un documental que no voy a desvelar en este post porque merece uno propio (gracias Garazi Lertxundi por hacer de nexo en esta historia). Haciendo recuento de todo ello empiezo a tatarear el “gracias a la vida” de Violeta Parra.
Pero, vamos por partes, que decía Jack el destripador. Este post lo he titulado “vivir no es para cobardes” que fueron las palabras con las que Iñaki Gabilondo acabó su intervención en el encuentro de Begiradak del Deusto Forum Gipuzkoa el pasado 21 de febrero de 2018. Y es que en este post me voy a ceñir a lo que tanto Iñaki como Cristina compartieron con todxs nosotrxs, guiados por Felix Arrieta, y respondiendo a muchas de las preguntas que lxs asistentes les realizaron.
Desde que tengo uso de razón, me he despertado con la voz de Iñaki en “hoy por hoy” de la cadena Ser, así que para mi es un referente del mundo de la comunicación y el periodismo y, precisamente por ello, no daba crédito cuando desayunando le dije a mi hija que Iñaki Gabilondo daba una charla en la universidad y ella me respondió “y ese quién es”.
La primera pregunta que Félix les lanzó tenía que ver con los retos del siglo XXI.
De entre todo lo que dijeron al respecto y que tenéis recogido en la infografía de Javier Miguel, me gustaría destacar que para Iñaki se trata de entender el cambio y la velocidad del cambio porque no tenemos consciencia real de este hecho. En palabras textuales “hay que colocarse YA sobre la ola”. Nos habló de las luces y las sombras de los nuevos avances. Por un lado, la ciencia y la tecnología anuncian soluciones maravillosas que nos traen esperanza para la cura de enfermedades, por ejemplo. Y por otro, hay problemas crecientes de relación (desigualdad, injusticia…) que suponen una amenaza y a los cuales la ciencia y la tecnología no van a poder dar respuesta. Seguimos atascados en el mismo tipo de problemas de hace años (la bomba atómica, las corrientes migratorias, el envejecimiento del norte y la guardería en el sur…), por lo que hoy más que nunca se requiere de innovación, pero no sólo innovación tecnológica y científica, sino una innovación de carácter social en la que todos estamos encima del tablero de juego.
Y es que, en estos tiempos, estamos llamados a vivir muchas tensiones. El trabajo que desaparecerá dejará sin empleo a personas que no son capaces de cubrir los nuevos tipos de trabajos que aparecerán. Según un estudio hecho por la Fundación COTEC, presidida por Cristina, el 50% de las tareas son susceptibles de automatización. Y, ésta, no será sólo de las labores mecánicas que afectan a los puestos de trabajo de baja cualificación sino incluso de los pronósticos médicos que serán hechos por algoritmos y, por tanto, serán más precisos, rápidos y certeros. Cristina pidió carreras técnicas para avanzar más rápido y humanismo para avanzar bien. No nos podemos preparar para el pasado. Está claro que no podemos responder con respuestas de hoy a preguntas del mañana que, según decía el Padre Arrupe, eso sería obrar con “miedo”. Y, ¿entonces? ¿Qué podemos hacer? Explotar los intangibles como el talento o la reputación, cooperar, imaginar, soñar, crear, idear, empatizar, emocionar…
Iñaki y Cristina estaban de acuerdo en que, a medida que aparecen nuevas tecnologías, se hace más necesaria que nunca una nueva arquitectura jurídica y ética. Hoy en día, para cuando la justicia llega el periodismo ya te ha enterrado. En la comunicación necesitamos referentes de solvencia porque, como pasa en una inundación, lo primero que escasea es el agua potable. Necesitamos pozos de información potable.
Si tengo que elegir algo de toda la charla, con lo que me quedaría, sin duda, es la reflexión de Iñaki, que me lleva a pedir que nadie me pregunte qué va a pasar, qué futuro nos espera, porque mi respuesta será: “pregúntate qué vas a hacer tú”. Porque va a pasar lo que hagamos, así que ¿qué vamos a hacer? El futuro lo construimos los seres humanos con lo que hacemos, lo que no hacemos y con lo que permitimos que se haga. No nos llevemos las manos a la cabeza con las decisiones de Trump o los corruptos del PP porque nosotros somos responsables de que esas personas estén donde están.
Y, para acabar, Iñaki nos recordó que se acabó el mundo de las certezas y, para él, el tiempo de incertidumbre es genial porque en él se encuentra la libertad y la posibilidad de probar, aunque en ese tiempo haga frío. Y Cristina, lo apuntilló con una cita de Darwin “la especie que sobrevive esa la que mejor se adapta a los cambios”.
Así que sí, vivir no es para cobardes.
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[…] “Vivir no es para cobardes” publicado en INNOVANDIS · 29 MARZO, 2018 […]