17 de junio, Viernes de la XI semana del tiempo ordinario.
Mucha gente entrega su vida a la búsqueda y cuidado de aparentes tesoros. Normalmente el tesoro se presenta como llave de dinero, poder, influencia,.. Lo malo es que esas búsquedas ocultan los auténticos tesoros de la vida.
El Evangelio de hoy es una invitación a discernir, a estar atentos para descubrir cuáles son los auténticos tesoros de vida. Hay algunos que se roban y que la polilla y la cárcoma los roe; y en cambio hay otros que apuntan a una vida más plena.
En general no nos damos cuenta de lo que atesoramos. Solemos ser y tener unos tesoros maravillosos que a veces ni nos damos cuenta. Tenemos una gente magnífica que nos quiere, tenemos unos dones que ponemos al servicio de otros y sobre todo podemos discernir el buen tesoro del malo. Hoy sería un día para agradecer el tesoro de la vida verdadera sin tener que ser piratas. Feliz viernes.
