20 de mayo, Sábado VI semana de Pascua
Hay mucha gente que a lo largo de la vida se va callando y guardando para sí aquello que necesita. Al final la vida se le va haciendo más costosa a la vez que se va sientiendo acda vez más sólo. Un malentendido orgullo y un no quiero molestar son barreras que nos ponemos a nosotros mismos.
Jesús insiste en su identidad en referencia al Padre, el sale del Padre y regresa al Padre. Eso hace que los discípulos vean en Jesús la manifestación de Dios y el acceso al Padre. Jesús se convierte en mediación de neustra historia en relación con Dios mismo.
El horizonte es que tengamos alegría plena. La idea es quitarnos de encima eso que nos quita libertad para vivir con otros, para reconocernos vulnerables y desde ahí construir comunidades fraternas de cuidado mutuo. Feliz sábado.