21 de mayo, Domingo. La ascensión del Señor
Acabo de enterarme que voy viviendo ya 18610 días (empiezan a ser muchos) y sería pertinente si en esa rutina de cada día Dios ha estado presente. A veces se entiende que secularizar significa quitar a Dios, pero por mi experiencia también significa que Dios en vez de ser algo extraordinario entra en lo ordinario de mi vida.
Estamos celebrando la Ascensión, ese momento en que terminan las apariciones y empieza un tiempo nuevo con una nueva presencia de Jesús. El reto sigue siemdo el mismo creer en sus actos y en sus palabras y como en el pasaje hoy nos encontramos con el mismo reto.
Hooy podría ser bonito descubirir no mis rutinas, sino las rutinas de Dios en mi vida. Poder imaginar cómo Dios se levanta conmigo, convive, pasea, se enfada, se alegra,… Se trata de descubrir lo extraordinario en lo ordinario. Feliz domingo.