Lecturas 26 de julio. Domingo XVI I semana tiempo ordinario. San Joaquín y Santa Ana
En la multitud de plataformas comunicativas, siempre encontramos gente que muestra secretos; desde el secreto de la crema que nos da juventud eterna hasta los secretos de algún servicio secreto. Hay una curiosidad general que necesita conocer secretos.
Jesús habla en parábolas y da a conocer el Reino de Dios. No es un secreto, pero a veces algo que está a la luz y que no está oculto parece un secreto. El Evangelio de Jesús es como el grano de mostaza, que está oculto al principio pero luego se manifiesta con enorme fruto en su ecosistema.
La alusión del profeta al anuncio, nos interpela a nosotros para anunciar también la buena noticia. Este mundo y nuestros ecosistemas particulares necesitan de buena noticia y de esperanza, y en algún modo nos toca también ser portadores de esa buena noticia. Feliz lunes.