Lecturas 21 de septiembre. Lunes XXV tiempo ordinario San Mateo.
Hace unos años la Iglesia celebró el año de la Misericordia, y fue un modo de recordarnos la importancia de la Misericordia en estos tiempos. La pandemia ha agudizado aún más esta necesidad, y desde ella somos interpelados al cuidado y a la solidaridad con los más vulnerables.
La cerrazón que muestran los contemporáneos de Jesús pude ser parecida a la nuestra. En vez de fijarse en la conversión y el paso dado por Mateo, se quedan en su lado oscuro e insisten en su condición de pecador. Igualito que el Sálvame.
Este tipo de cerrazón lo vivimos nosotros, cuando nos encerramos en nosotros mismos, cerrando el corazón a la misericordia, cerrando el corazón a la humanidad rota. Es en estos tiempos cuando nos toca visibilizar la misericordia como alternativa de relación, y es en estos tiempos cuando tenemos que vivir la Misericordia, porque cada uno de nosotros, también la necesitamos.