23 de septiembre, Sábado XXIV, tiempo ordinario
Hay un conocido presentador que dicen que suele comenzar diciendo: bienvenidos a la nave del misterio. Madonna también lo decía «live is a mistery» en la canción «Like a prayer», y es que al final esto de vivir es afrontar el propio misterio que somos cada uno.
Conocer los misterios del Reino puede sonar a una revelación especial, pero en realidad no tiene tanto de misterio. Se trata de acoger y vivir el Evangelio, y para ello conviene estar abiertos y atentos. En el entre tanto tenemos las parábolas, que nos van acercando con imágenes al corazón del Evangelio.
Tenemos la tendencia de complicarnos nosotors mismos la vida y así convertirla en un misterio mayor y más complejo. Todo camino espiritual tiende a la simplicidad, a esa mirada que es capaz de ir a lo esencial y quedarse en lo importante. Ojalá podamos hacer esos caminos de ir a lo importante de la vida. Feliz sábado.